Violencia Sexual Digital

#VSD: Ciberviolencia de carácter sexual contra las mujeres

Ciudadanía Conectada: jornada para la prevención del ciberacoso de género

“Ciudadanía digital y prevención del ciberacoso” es el título de la jornada promovida por PantallasAmigas, Twitter y Red.es, entidad pública adscrita al Ministerio de Industria, Energía y Turismo. La jornada se celebrará el 8 de octubre en el salón de actos de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información.


PantallasAmigas viene observando desde principios de 2013 una incorporación masiva de adolescentes a Twitter, y tanto en ésta como en otras redes sociales, se ha detectado un aumento en el comportamiento machista y sexista de varios de estos jóvenes, quienes parecen haber encontrado en este nuevo contexto digital la posibilidad de repetir patrones de violencia basada en género, que simplemente toman nuevas formas aprovechando la inmediatez,la disponibilidad, la falta de información de contexto y el anonimato que ofrece Internet.

 

Para prevenir toda forma de ciberviolencia de género en la Red, PantallasAmigas ha diseñado un programa educativo que de forma transversal habla de ciudadanía digital, ciberconvivencia, responsabilidades legales en Internet, privacidad, y cuestiones de género. El programa que se presentará durante la jornada Ciudadanía Conectada ha sido elaborado gracias a la experiencia de PantallasAmigas en la prevención y la intervención de la ciberviolencia de género, especialmente en su trabajo contra el grooming, el ciberacoso y la sextorsión desde hace diez años.

 

Durante la jornada, Pilar Moreno Sastre, vocal asesora de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, hablará acerca de la ciberviolencia de género: su prevalencia y cómo prevenirla. Es necesario implementar estrategias educativas acordes con las nuevas características de la ciudadanía en Red, especialmente de niños, niñas, adolescentes y jóvenes: cambiantes y muy diversas percepciones, usos, costumbres, valores y… herramientas. Y hay que rediseñar los recursos educativos incorporando en el diseño de los mismos la perspectiva de género y la igualdad de oportunidades, luchando contra los roles clásicos que perpetúan las relaciones desiguales entre los géneros, así como promoviendo un lenguaje más inclusivo y menos sexista.

 

Fecha: 8 de Octubre de 2014

 

Lugar: Salón de Actos de la Secretaría de Estado – Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (SETSI)

 

C/Capitán Haya, 41. Madrid

 

Información e inscripcioneswww.ciudadaniaconectada.es

 

Hashtag del evento#CiudadaníaConectada

 

Objetivos:


  • Profundizar sobre los usos positivos de Internet para el ejercicio de la ciudadanía mediante la promoción y la participación, más allá de la protección.
  • Reflexionar sobre la importancia del fomento de la cultura de la privacidad.
  • Identificar todas las formas de ciberacoso, en especial las emergentes que tiene que ver con la ciberviolencia de género.
  • Conocer los cambios previstos en la Ley y las responsabilidades para quienes usamos la Red.
  • Explorar nuevos recursos y metodologías educativas por un disfrute saludable de Internet así como estrategias preventivas de la violencia digital.

 

 

Destinatarios/as:

 

Profesionales y responsables públicos implicados en el trabajo con niños, niñas y adolescentes en campos como como la educación, la mediación, la salud, la orientación, la sicología, la sociología, el trabajo social… así como padres y madres.
PROGRAMA

09:30 – 10:00 Recepción y acreditaciones
10:00 – 10:15 Inauguración de la jornada
Francisco Javier García Vieira. Director de Servicios Públicos Digitales de RED.ES
10:15 – 10:45 Mecanismos de seguridad y prevención del ciberacoso en Twitter
Patricia Cartes.  Directora Global de Seguridad de Twitter
10:45 – 11:15 Peter y Twitter, educación para la convivencia y la ciudadanía digital
Jorge Flores. Fundador y Director de PantallasAmigas
11:15 – 11:30 Ciberviolencia de género: Prevalencia y prevención
Pilar Moreno Sastre. Vocal asesora de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género
11:30 – 12:00 Reforma del Código Penal y su incidencia en el uso de Internet
Ofelia Tejerina. Abogada especializada en TIC y Dra. por la UCM
12:00 – 12:15 Receso
12:15 – 13:00 Internet para el servicio público y la colaboración ciudadana; el ejemplo de @policia
Carlos Fernández. Responsable de Redes Sociales de la Policía Nacional
13:00 – 13:30 Videojuegos para la educación en competencias digitales e igualdad
Urko Fernández. Director de proyectos de PantallasAmigas
13:30-14:00 Prevención del ciberbullying y protagonismo del alumnado
José Antonio Luengo. Psicólogo, miembro Junta COP de Madrid y profesor de la UCJC

 

Jornada gratuita. Plazas limitadas hasta completar aforo. Inscripción obligatoria.
Datos de identificación necesarios para el control de seguridad en el acceso.

Información e inscripciones: www.ciudadaniaconectada.es

 

Redes sociales e Internet: ¿Nuevo escenario para la violencia contra las mujeres?

Redes sociales e Internet: ¿Nuevo escenario para la violencia contra las mujeres?El Gobierno de Navarra, dentro de su programa anual dirigido a profesionales que intervienen en el ámbito de la violencia contra las mujeres, ofreció ayer una jornada de reflexión bajo el título Redes sociales e Internet: ¿Nuevo escenario para la violencia contra las mujeres? en el que participó como ponente Jorge Flores Fernández, director de PantallasAmigas.

A continuación reproducimos el texto de presentación de la jornada que también se puede descargar en PDF:

El auge de las nuevas tecnologías ha provocado que se genere una nueva violencia de género que golpea, sobre todo, a chicas adolescentes menores de edad. Se basa, principalmente, en acoso sexual por parte de desconocidos a través de Tuenti o Facebook y también en el control que llegan a ejercer las parejas de estas jóvenes en su teléfono móvil o en sus contactos en la Red.

Si antes el control se ejercía verbalmente (no salgas con éste o con el otro), ahora de dan casos de control de mensajes en teléfono móvil, a quién llama, con quién se relaciona en la Red, cuáles son las personas que tiene agregadas como amigos en Facebook, controlar en qué páginas se mete o colgar fotos de sus parejas o ex-parejas exponiendo imágenes degradantes de la persona.

El objetivo de esta jornada es prevenir; lograr que las jóvenes estén protegidas, pero, a la vez, alertar y formar a profesionales sobre estas nuevas formas de violencia que todavía no son demasiado conocidas.

Amalia González Suárez es Doctora de Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y catedrática de Filosofía del IES «Padre Feijoo» de Gijón. Sus investigaciones están centradas en la Historia de la Filosofía con perspectiva de género y en la coeducación.

Pertenece al grupo de investigación dirigido por Cèlia Amorós «Feminismo, Ilustración y multiculturalidad: procesos de ilustración en el Islam y sus implicaciones para las mujeres».

Jorge Flores Fernández es fundador y director de «PantallasAmigas», una iniciativa que persigue la promoción del uso seguro y saludable de Internet, la telefonía móvil y los videojuegos por parte de las y los menores y tiene en el fomento de las habilidades para la vida una de sus principales señas de identidad. Además, es autor de varias publicaciones y materiales didácticos relacionados con el uso seguro de las TIC, con especial énfasis en el grooming, el ciberbullying y el sexting.

El relato de un grave caso de persecución virtual y ciberacoso contra una joven mujer

(Reproducimos resumido y adaptado un magnífico artículo de Ángeles López para La Razón, que narra con detalle un grave caso de ciberacoso contra una mujer.)

ilustración ciberacoso violencia sexual contra la mujer a través de Internet y otras TICMás de dos años, cerca de novecientos días con sus correspondientes noches, lleva siendo objeto de ciberacoso. Un psicoterror lento, calculado y perfectamente dosificado por un depredador online dispuesto a convertir su PC, móvil o tablet en un campo de concentración. Al despertar cada mañana no sabe por dónde le puede caer la guadaña psíquica: podría ser un email intimidatorio, ver su foto –junto a su nombre, teléfono y dirección– asociados a páginas de prostitución, comprobar que su identidad ha sido suplantada en la Red o recibir decenas de llamadas y otros tantos SMS. Ha visto reducidas sus ofertas laborales «la gente recela de trabajar con alguien que puede ser problemática». «Al final el ‘‘calumnia, calumnia’’ de Molière, funciona», expresa conmocionada.

No en vano, J., el acosador, intenta cercar su vida emocional, social y laboral, falseando su identidad en Facebook, Twitter o Youtube para añadir a sus amigos, para saber de sus movimientos, e incluso se ha personado en su entorno laboral para difamarla ante sus compañeros tildándola de prostituta especializada en sexo oral… «Las amenazas y peticiones de perdón se suceden alternativamente en los distintos medios tecnológicos que poseo», refiere ella, la acosada, artista multidisciplinar, fotógrafa, bloguera y DJ de 28 años. Hasta que hace unas semanas el acoso dejó de ser virtual: en la acera y fachadas de su vivienda, se puede leer junto a un corazón graffiteado: «P. te amo».

«Tengo un pensamiento, como un ‘‘leiv motiv’’ recurrente: terminar con mi vida. No puedo más. Estoy sitiada, sin ofertas laborales porque se ha ocupado de dinamitármelas, sin ganas de salir de casa y en tratamiento psiquiátrico por estrés y ansiedad. Por no hablar de la abulia y el insomnio que padezco». El macabro ataque se ha redoblado cuando su acosador ha recibido una citación del juzgado para el mes próximo. Además, una de las tres denuncias se ha convertido en causa penal, a instancias del Ministerio Fiscal.

«Antes que ciberacosador, cualquier individuo que acomete tales prácticas es, simple y llanamente, acosador. Da igual si los motivos son ridiculizar a un estudiante (ciberbullying) o presionar a un adulto para mantener una relación: la focalización y obsesión, son idénticas, sólo que Internet se presenta como un caldo de cultivo más impune, aunque sólo teóricamente», aclara Iñaki Piñuel, profesor de la Universidad de Alcalá, psicólogo clínico y experto en acoso. No en vano, explica, el acosador persigue aterrorizar a la víctima y no pocos están persuadidos de que tienen una causa justa para asediarla pues merece ser castigada. Cada macabro canal de destrucción psicológica tiene su intrahistoria. El inicio de este tipo de «grandes enemistades» es tan antiguo y patológico como desoír un no por respuesta.

Chica guapa de 28 conoce a un tipo que le supera en casi una década. Se toman una copa con amigos y él se lleva una negativa de ella para iniciar cualquier tipo de relación sentimental. Aunque en un primer momento se intercambiaron los teléfonos y se añadieron mutuamente a Facebook, tras un primer desencuentro, P. y sus amigos le expulsan de todos sus muros de las redes sociales. Pero su comportamiento fue de manual: falsas acusaciones para dañar su reputación, publicación de información falsa en sites –crea sus propios webs, páginas de redes sociales, blogs o fotologs para su propósito–, recopilación de información a través de amigos o compañeros de trabajo para conocer los movimientos de «su presa».

Sólo así saben el resultado de sus difamaciones; a menudo monitorizan las actividades de la víctima e intentan rastrear su dirección de IP en un intento de obtener más información sobre ésta o de que gente extraña se pueda adherir a su agresión. «El problema del acosador es que el obstáculo que les pone su víctima de no querer saber de ellos, aumenta su deseo. Cuánto más se quiere retirar ella, más se obsesiona él», resume el experto Iñaki Piñuel. «Incluso incurren en la falsa victimización y el acosador puede alegar que su presa le está acosando a él», matiza Sara Solano, directora del Gabinete Psicológico Ecubo. P. asiente al escucharlo: «Cuando se entera de que le he denunciado la primera vez, duplica sus esfuerzos: se hace pasar por mí en las redes (sociales), se pone en contacto con los diseñadores que me contrataban o con fotógrafos con los que he trabajado para decirles que soy adicta a las drogas, anoréxica o seropositiva, también que practico la zoofilia, que mantengo relaciones sexuales con mis propios padres… O me llama bajo falsas identidades para ofrecerme trabajos, hasta que me doy cuenta de que es él».

La omnipresencia y difusión instantánea de la Red provoca que el ciberacoso pueda llegar a ser tanto o más traumático que el físico: «Al levantarme, escribo mi nombre para ver qué se le ha ocurrido decir de mí: rastreo todos mis perfiles falsos para borrar todos los comentarios, sé que recibiré incesantemente llamadas o SMS, de amigos o de profesionales de mi medio, que terminan pensando que me he vuelto loca escribiéndoles salvajadas inimaginables, que por supuesto no he escrito. Provoca una vulnerabilidad total. Porque, a día de hoy, ni siquiera tengo una orden de alejamiento», explica P. Al ser una agresión no presencial, el ciberacosador no tiene contacto con la víctima, «no ve sus ojos, su dolor, con lo cual difícilmente podrá llegar a sentir empatía o tener compasión. Obtiene satisfacción en la elaboración del acto violento y al imaginar el daño ocasionado en el otro, ya que no puede vivirlo in situ», aclara la terapeuta Sara Solano. «El acosado –añade Piñuel– puede tener secuelas de por vida si no es tratado a tiempo».

Maltratar es sencillo

Para según qué tipo de acoso, no hay por qué tener ninguna pericia técnica. «Hoy día cualquiera sabe crear una cuenta de correo. Basta con que sepa tu número de teléfono para que pueda poner un anuncio en una red de contactos y saturarte el teléfono ofreciendo sexo gratis en tu nombre. A menudo tiene que ver más con una cuestión de ingenio. Otra cosa muy distinta sería querer robar datos de tu ordenador o móvil para luego publicar información privada o fotografías tuyas en cualquier página web. En ese caso sí que se necesita algo más. Por lo general un ciberacosador no tiene por qué tener ningún conocimiento técnico avanzado», explica Juan Carlos Jiménez, Ingeniero Informático y Experto en Tecnologías de la Información.

«El final de mi mundo conocido». Así denomina la propia P. el momento en que le interpone una segunda denuncia –en febrero de este año– por coacción, amenazas, suplantación de identidad y daños morales. Tras rellenar un extenso formulario en comisaría, pidió abogado de oficio, ayuda psicológica y una orden de alejamiento. Nunca tuvo noticia de ninguna de las tres cosas. Pasados los meses, y al ver que no se la llamaba para juicio, intenta informarse «y me dicen que si no voy con un abogado y un procurador no pueden informarme sobre el proceso».

Y añade: «Contraté ambas figuras legales y nos enteramos de que en lugar de como “parte” acudiré al juicio el mes próximo, sólo como víctima y testigo».

Es decir, no está personada en la causa «porque no es parte, por lo que tampoco puede tener acceso a las copias del escrito de acusación ni saber el dossier de investigación que ha recabado la Policía», resume su abogado, quien prefiere mantenerse en el anonimato, por preservar la identidad de su defendida. «Pero el Ministerio Fiscal se está portando de maravilla porque ha pasado de ser considerada una posible falta a un posible delito».

Desde el momento en que J. –operario en paro que vive con sus padres– ha recibido la citación judicial se ha ocupado de redoblar esfuerzos «torturadores» por todos los medios tecnológicos conocidos. «¿Acaso quiere su momento de gloria?… ¿Te torturo porque eres mía?», resume P.

Psicópatas que buscan el suicidio de su víctima

Rasgos propios de un trastorno narcisista de la personalidad y de un psicópata, según la suma de diversos autores. Hablamos de «un depredador moral» que plantea su relación con los demás como un juego mortal. Una partida de ajedrez en la que él mueve todas las piezas pero teniendo maniatado a su adversario.

«Acostumbran a acosar en serie, pero no en paralelo, lo que quiere decir que, por sus biografías, producirán esta conducta de forma permanente.. Primero una, luego otra, y otra –explica Iñaki Piñuel–, mientras, la víctima se siente indefensa o, en algunos casos, culpable, pero siempre sufre un aislamiento psíquico. No tienen por qué ser personas débiles psicológicamente, muy al contrario, puede ser que se enfrenten directamente a su acosador. Pero ellos siempre intentarán manipular el entorno para ponerlo de su parte».

Mientras el entorno tiende a trivializar la situación –«olvídalo», «no hagas caso»–, el individuo ejerce en un permanente gutta cavat lapidem su violencia sin huella. El fin no es destruir a su presa de forma rápida, sino someterla lentamente hasta dejarla paralizada y disfrutar del interín. Es como un crimen perfecto, porque la mayor parte de los casos no es el agresor quien mata, sino el agredido quien se quita la vida.

El suicidio es el mayor triunfo del acosador moral, lo sepa o no. «Pero conmigo no va a poder –sentencia P. con seguridad– ni me hará caer en la tentación de cometer un paso en falso como intentar comunicarme con él o infringirle yo algún tipo de daño o insulto».

La obsesión de J. y el imperativo de notoriedad frente a ella –y el mundo– obedecen a una patología social nueva. Pero, como resume la víctima a modo de despedida: «Colorín, colorado, confío en que cuando le impongan una orden de alejamiento y le caiga la condena que merece, diré que este cuento se ha acabado. Para poder por fin descansar de una vez».

El ciberacoso no está tipificado (como tal) en el Código penal

El uso de las tecnologías con el propósito de dañar a alguien de manera reiterada y deliberada tiene sus consecuencias legales. «El ciberacoso es un fenómeno moderno y, como tal, no está tipificado en el Código Penal. Aun así, la mayor parte de los delitos cometidos a través de las tecnologías de la información sí lo están. Por ejemplo, el artículo 143 del Código Penal castiga con pena de prisión de cuatro a ocho años al que induzca al suicidio de otro. No importa el mecanismo utilizado, o si se induce a éste en persona, verbalmente, por chat, por SMS. La agresión física representa sólo una pequeña parte del total de estas conductas. La justicia es siempre lenta y la creación de leyes y reglamentos aún más. No hay un tremendo vacío pero las cosas están muy lejos de ser perfectas», explica Juan Carlos Jiménez. «Lo que es casi seguro –explica Luis García Pascual, inspector jefe de brigada de investigación tecnológica– es que el ciberacosador puede pasar de la potencia al acto, es decir, de la agresión virtual, a la real».

«Sus muertes fueron como si fueran mías»

«Cuando se suicidó la chica de 15 años Amanda Todd, como esta semana al conocer la del joven holandés, lloré sus muertes como si llorara la mía propia», explica P. También se han producido otros recientes suicidios por ciberbullying y sextorsiones en los EE.UU. y Francia.

Fuente: La Razón. Adaptado por PantallasAmigas.

Las chicas británicas sufren más la violencia digital del ciberbullying que los chicos

Continuando con el análisis del estudio al que hacíamos referencia en el post anterior, publicado por la ONG británica Beatbullying, detallaremos en esta ocasión la caracterización que realizan de las víctimas de esa violencia online y sobre la manera en que se ejerce:

  • La presencia del ciberbullying entre los alumnos de secundaria se ha reducido en un 2% desde 2009 (fecha del primer informe sobre Violencia Virtual de esta organización), siendo en 2011 del 28%.
  • Las chicas sufren más los ataques (32%) que los chicos (23%).
  • Los discapacitados tienen el doble de probabilidades de sufrir ciberbullying.
  • Uno de cada 10 profesores también ha sufrido ciberacoso. Extrapolado al total de la comunidad docente de secundaria del Reino Unido serían casi 20.000 profesores ciberacosados. Casi todos los casos (90%) fueron incidentes aislados con origen en algo que sucedió en el instituto. Las vías más comunes que mencionan son Facebook y el especializado RateMyTeachers.
  • Uno de cada 13 chicos es ciberacosado de una manera persistente: 1/4 de estos lo ha sido durante un año o más. Extrapolado a la población total de chicos en edad de cursar estudios secundarios en la Reino Unido, supondría más de 350.000 muchachos. En casi la mitad de estos casos se trata de un bullying cara-a-cara que se traslada y continúa en la Red, aunque la comparación con el estudio de 2009 muestra un descenso porcentual en este tipo de casos. Esto demostraría que el ciberbullying persistente cada vez más comienza también online.
  • El 13% afirmó que alguien les había enviado un SMS o email para herir sus sentimientos, reírse de él o ella o meterles miedo. Esta es la forma más habitual de ciberbullying según el estudio.
  • El 10% había recibido comentarios desagradables por medio de su perfil en una red social.
  • El 7% había recibido una llamada en su móvil diciéndoles cosas horribles o mentiras (tendencia muy a la baja respecto a 2009).
  • Al 7% le habían robado su contraseña o usurpado su identidad online (tendencia al alza).
  • El 5% había visto cómo publicaban sus datos personales públicos o privados.
  • El 4% sufrió la publicación de fotos suyas sin permiso con el fin de humillarle/la.
  • Al 4% lo atacaron en una sala de chat.
  • El 4% sufrió ciberbullying en un juego online (tendencia al alza).
  • El 2% recibió votos en una encuesta online ofensiva.
  • Al 2% le crearon un web denigrante o un grupo en una red social.
  • Al 2% lo atacaron mediante un vídeo online.
  • Más de la mitad de los chicos mencionan Facebook entre los lugares donde se ejerce el ciberbullying, y 1/4, el MSN Messenger. Destacan también Youtube (11% dicen haber sido atacados en esa plataforma) y Twitter (7%). Otros entornos donde dicen haberlo sufrido son Bebo, Haboo, MySpace, Yahoo Messenger, Formspring, Stardoll, Chat Roulette y Littlegossip.
  • El 12% reconoce haber presenciado algún acto de ciberbullying en las 2 semanas anteriores a la encuesta.

El ciberbullying sexual

Para los autores del estudio merece mención aparte el ciberbullying con connotaciones sexuales, muy relacionado con el sexting. Mencionan situaciones como los chicos y chicas que son forzados a generar y enviar sexting, el reenvío no autorizado para causar mal y la sextorsión. Según los datos recogidos por Beatbullying en sus estudios, el 6% de los chicos han recibido mensajes de sexting que les han hecho sentirse mal. Entre estos:

  • El 43% lo recibió por SMS o email.
  • 26% vía red social.
  • 21% vía MMS.
  • El 54% conocía al remitente, que en el 80% de los casos era alguien de su edad y del sexo contrario.

Concluyen desde Beatbullying que esta forma de sexting molesto entre pares puede ser tan peligroso y destructivo como el realizado por adultos con fines de captación sexual de los menores.

Las niñas preadolescentes son las principales víctimas del ciberbullying

Los niños de entre 12 y 13 años son los menores con mayor riesgo de sufrir el fenómeno conocido como acoso digital o ciberbullying, en el que las niñas son más propensas tanto a ser víctimas como agresoras, según el director de la organización nacional Pantallas Amigas, Jorge Flores Fernández. Flores ha explicado a la agencia EFE, con motivo de un curso que se imparte en Málaga bajo el título de «Violencia entre iguales (menores y jóvenes) a través de las Nuevas Tecnologías», que este tipo de acoso preocupa de «forma creciente y en edades más tempranas».
 
El acoso online puede darse, según el experto, entre personas de diferente edad, pero lo más común es que ocurra entre iguales y con «demasiada frecuencia» en los entornos escolares.
 
El teléfono móvil, Internet o incluso vídeojuegos en red pueden ser vehículo de estas agresiones, que para ser consideradas como tal deben ser intencionadas y reiterativas, ha indicado Flores, quien ha destacado la facilidad que permite la Red para llegar a cualquier persona como ventaja sobre el acoso tradicional.
 
«La caracterización del problema es muy difícil y cambia muy rápidamente», ha advertido el director de la iniciativa PantallasAmigas, quien ha recordado que un reciente estudio europeo cifra en un 7% el número de adolescentes españoles que sufren o han sufrido acoso.
 
Los síntomas más comunes que alertan a padres o profesores de que un menor está siendo acosado por la Red son transtornos del sueño y de la alimentación, aislamiento, irritabilidad y necesidad compulsiva de conectarse para ver qué está ocurriendo con su imagen online, ha señalado el experto.
 
En cuanto a las medidas que adoptar ante uno de estos casos, Jorge Flores aconseja que si se da en el entorno escolar, lo más adecuado es dejar intervenir al centro para que medie, ya que ve la vía judicial como una última posibilidad cuando se han agotado las demás o si existen amenazas graves.
 
El director de PantallasAmigas, entidad que editó en 2006 una de las primeras guías sobre acoso en la Red, ha manifestado que es importante compartir la «vida digital» de los menores para poderles ayudar en un momento dado y no mostrarse como «enemigos de la tecnología».
 
Fuente: El Faro Digital.
 

30% de las estudiantes de secundaria estadounidenses sufren ciberacoso sexual

Un estudio realizado por la American Association of University Women mediante encuestas a casi 2.000 estudiantes de 7º a 12º curso (es decir, entre los 12 y 18 años), ha descubierto que casi la mitad de ellas han sufrido acoso sexual durante su último curso escolar, definido como comportamiento sexual no deseado que tenía lugar hacia ellas en persona o por medios electrónicos.
 
El 44% sufrió acoso sexual en persona, variando desde los chistes desagradables hasta la intimidación sexual, y el 30% lo sufrió online, incluyendo comentarios publicados en la Red y la publicación o envío de imágenes sexuales.
 
Fuente: CBS