Violencia Sexual Digital

#VSD: Ciberviolencia de carácter sexual contra las mujeres

PantallasAmigas ofrece taller para prevenir la ciberviolencia de género a asociación de mujeres rurales

El taller titulado “Mujeres rurales y el entorno virtual: cómo prevenir los nuevos riesgos del mundo digital” estuvo dirigido al equipo de formadoras de Afammer La Rioja, la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural, que defiende a las mujeres trabajando por la igualdad de oportunidades, y que colabora en la lucha contra la violencia de género.


En un mundo cada vez más digital e hiperconectado no es de extrañar que la violencia hacia la mujer haya encontrado en Internet un nuevo lugar en el que multiplicarse y echar raíces, aprovechando el desconocimiento de una sociedad que no ha podido adaptarse a las nuevas formas de comunicación y socialización a la velocidad que éstas han sido incorporadas al mercado en los contextos urbanos.

 

Con el objetivo de poder prevenir estos riesgos e impedir que las redes sociales se conviertan en espacios donde se produzca y agrave la violencia de género, PantallasAmigas impartió un taller dirigido al equipo de formadoras de Afammer La Rioja. El taller estuvo organizado por la Fundación para el Desarrollo Infotecnológico de Empresas y Sociedad (Fundetec) con el apoyo del Gobierno de la Rioja.

 

La jornada formativa comenzó con una introducción a las oportunidades y riesgos que ha traído consigo Internet, entendiendo bien el nuevo contexto digital y los factores que estimulan estos riesgos para poder comprender mejor las situaciones a las que hoy en día existen y que tienen un impacto negativo mayor en niñas, adolescentes y mujeres.

No ceder al chantaje evita problema de sextorsión

Hay que recordar que ni Internet ni las redes sociales crean nuevos riesgos pero sí aumentan la incidencia de situaciones comprometidas y complican su resolución; Internet está siempre a mano, posibilita el anonimato, reduce las distancias, dificulta el desarrollo de la empatía y es una perfecta máquina de propagación de contenidos lo que lo convierte en una potente herramienta cuando es usada como arma ofensiva. El sexismo que aún no ha podido ser erradicado en la sociedad se ha visto reforzado en Internet al encontrar en este contexto un entorno propicio para la violencia gratuita e impune.

 

A esto hay que sumarle que la sociedad aún no reconoce que muchas agresiones en Internet también dañan, sean o no delictivas. Las agresiones sexuales en el contexto digital son discretas, imperceptibles en muchas ocasiones para terceras personas, y adoptan formas que no exigen contacto físico ni proximidad entre quien las ejerce y sus víctimas.

 

El ciberacoso sexual y las conductas machistas en la red requieren por tanto no sólo que las mujeres puedan autoprotegerse cuidando su privacidad y no consintiendo cierto tipo de modas y exigencias que les obligan a exponerse sexualmente, sino también un compromiso por parte de toda sociedad de dejar de reproducir hábitos machistas en la Red, de promover la creación de una opinión  y conciencia crítica al respecto y reconocer que la vida en Internet es tan real como la vida fuera de la Red, y al igual que en el mundo físico, hay que aplicar una política de tolerancia cero hacía la violencia de género.


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La labor de PantallasAmigas para la prevención de la sextorsión en el curso sobre Igualdad de Oportunidades de Lalín

Bajo el lema “Escuela de comunicación igualitaria”, el IX Curso de Verano “Novas Fronteiras na Igualdade de Oportunidades 2.0” que se celebró en el Salón Teatro de Lalín contó con la participación de PantallasAmigas con una ponencia sobre ciberviolencia de género.


PantallasAmigas vuelve a participar en este curso de verano coorganizado por el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela y la Oficina de Igualdad del Ayuntamiento de Lalín. Urko Fernández Román, director de proyectos de PantallasAmigas, abordó el tema del ciberacoso en las redes sociales y las brechas digitales de género existentes, y compartió una serie de propuestas educativas para combatir la sextorsión en la Red.

 

Urko Fernandez Director de Proyectos de PantallasAmigas durante Curso Verano Novas Fronteiras na Igualdade de Oportunidades Lalin Ciberviolencia de Genero
Urko Fernández durante su ponencia sobre Ciberviolencia de Género

Este neologismo tiene su origen en el inglés sextortion, una forma de explotación sexual en la cual se chantajea a una persona por medio de una imagen de sí misma desnuda que ha compartido a través de Internet mediante sexting. La víctima es posteriormente coaccionada para tener relaciones sexuales con la persona chantajista, para producir pornografía, o para obtener dinero u otras acciones.

 

Fernández recordó que ´el control o el chantaje digital no se identifican como violencia, pero lo son´, y diversos estudios recientes comienzan a mostrar una realidad en la que cada vez más personas, cegados por los celos y la falta de confianza, utilizan los smartphones y las redes sociales para espiar y limitar las libertades de sus compañeras.

 

Este curso de verano está orientado a alumnado universitario y a profesorado o profesionales que trabajen en instituciones públicas o privadas y que quieran ampliar sus conocimientos previos, o incorporar por primera vez la perspectiva de género y la igualdad de oportunidades en su práctica profesional o en su acervo de conocimientos.

 

El programa completo del curso de verano puede ser consultado en el siguiente enlace.

 

PantallasAmigas organiza jornada de sensibilización en Parla sobre la violencia sexual en el nuevo contexto digital

Por tercer año consecutivo la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Parla organizó una Jornada de sensibilización en el marco del Convenio suscrito con el Instituto de la Mujer para el desarrollo del Programa de “Información, Formación y Prevención de la violencia sexual en jóvenes y adolescentes”.


Esta Jornada también tuvo su marco en el IV Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres del Ayuntamiento de Parla (2009-2012) y vino a sumarse a las actividades conmemorativas del “Día Internacional contra la violencia de género” que tuvieron lugar en la ciudad.

 

En la organización y desarrollo de la misma se contó con la participación de PantallasAmigas, entidad que desde 2004 tiene como misión la promoción del uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías y el fomento de la ciudadanía digital responsable en la infancia y la adolescencia.

 

Paralelamente, se celebraron varias sesiones con alumnado de 4º de la ESO de varios centros educativos a quienes se les impartió un curso de seguridad y responsabilidad en el uso de las redes sociales. Este taller de prevención de la violencia sexual digital  es parte de la formación en aprendizaje y servicio solidario para el uso seguro y saludable de las TIC y el fomento de la ciberconvivencia.

Antonia Gonzalez, concejala del Area Social e Igualdad, presenta a Jorge Flores de PantallasAmigas

Antonia González, concejala del Área Social e Igualdad, inaugura la jornada junto a Jorge Flores

El objetivo de esta jornada de sensibilización fue sensibilizar e informar sobre las nuevas formas de violencia de género y, en particular, de la violencia sexual en y por medio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.


La jornada se inauguró con la ponencia de Jorge Flores, director y fundador de PantallasAmigas, quien ayudó a comprender cómo se caracteriza la violencia sexual en Internet y ofreció algunas  pautas básicas de prevención e intervención así como los recursos de apoyo. María de Sousa-Valadas, la Directora del Departamento de Soporte al Usuario de Tuenti, expuso la forma en que desde la red social Tuenti se apoya a los y las usuarias víctimas de algún tipo de agresión. Después de un breve descanso, Urko Fernández, director de proyectos de PantallasAmigas, informó sobre cómo se ejerce la violencia sexual digital en el mundo de los videojuegos online, un nuevo contexto que debido a la competitividad de los juegos, es aún un entorno violento y agresivo. Por último, Ofelia Tejerina, abogada de la Asociación de Internautas, especificó los aspectos legales implicados en la violencia sexual digital.


El programa completo puede ser consultado en el siguiente enlace.

El relato de un grave caso de persecución virtual y ciberacoso contra una joven mujer

(Reproducimos resumido y adaptado un magnífico artículo de Ángeles López para La Razón, que narra con detalle un grave caso de ciberacoso contra una mujer.)

ilustración ciberacoso violencia sexual contra la mujer a través de Internet y otras TICMás de dos años, cerca de novecientos días con sus correspondientes noches, lleva siendo objeto de ciberacoso. Un psicoterror lento, calculado y perfectamente dosificado por un depredador online dispuesto a convertir su PC, móvil o tablet en un campo de concentración. Al despertar cada mañana no sabe por dónde le puede caer la guadaña psíquica: podría ser un email intimidatorio, ver su foto –junto a su nombre, teléfono y dirección– asociados a páginas de prostitución, comprobar que su identidad ha sido suplantada en la Red o recibir decenas de llamadas y otros tantos SMS. Ha visto reducidas sus ofertas laborales «la gente recela de trabajar con alguien que puede ser problemática». «Al final el ‘‘calumnia, calumnia’’ de Molière, funciona», expresa conmocionada.

No en vano, J., el acosador, intenta cercar su vida emocional, social y laboral, falseando su identidad en Facebook, Twitter o Youtube para añadir a sus amigos, para saber de sus movimientos, e incluso se ha personado en su entorno laboral para difamarla ante sus compañeros tildándola de prostituta especializada en sexo oral… «Las amenazas y peticiones de perdón se suceden alternativamente en los distintos medios tecnológicos que poseo», refiere ella, la acosada, artista multidisciplinar, fotógrafa, bloguera y DJ de 28 años. Hasta que hace unas semanas el acoso dejó de ser virtual: en la acera y fachadas de su vivienda, se puede leer junto a un corazón graffiteado: «P. te amo».

«Tengo un pensamiento, como un ‘‘leiv motiv’’ recurrente: terminar con mi vida. No puedo más. Estoy sitiada, sin ofertas laborales porque se ha ocupado de dinamitármelas, sin ganas de salir de casa y en tratamiento psiquiátrico por estrés y ansiedad. Por no hablar de la abulia y el insomnio que padezco». El macabro ataque se ha redoblado cuando su acosador ha recibido una citación del juzgado para el mes próximo. Además, una de las tres denuncias se ha convertido en causa penal, a instancias del Ministerio Fiscal.

«Antes que ciberacosador, cualquier individuo que acomete tales prácticas es, simple y llanamente, acosador. Da igual si los motivos son ridiculizar a un estudiante (ciberbullying) o presionar a un adulto para mantener una relación: la focalización y obsesión, son idénticas, sólo que Internet se presenta como un caldo de cultivo más impune, aunque sólo teóricamente», aclara Iñaki Piñuel, profesor de la Universidad de Alcalá, psicólogo clínico y experto en acoso. No en vano, explica, el acosador persigue aterrorizar a la víctima y no pocos están persuadidos de que tienen una causa justa para asediarla pues merece ser castigada. Cada macabro canal de destrucción psicológica tiene su intrahistoria. El inicio de este tipo de «grandes enemistades» es tan antiguo y patológico como desoír un no por respuesta.

Chica guapa de 28 conoce a un tipo que le supera en casi una década. Se toman una copa con amigos y él se lleva una negativa de ella para iniciar cualquier tipo de relación sentimental. Aunque en un primer momento se intercambiaron los teléfonos y se añadieron mutuamente a Facebook, tras un primer desencuentro, P. y sus amigos le expulsan de todos sus muros de las redes sociales. Pero su comportamiento fue de manual: falsas acusaciones para dañar su reputación, publicación de información falsa en sites –crea sus propios webs, páginas de redes sociales, blogs o fotologs para su propósito–, recopilación de información a través de amigos o compañeros de trabajo para conocer los movimientos de «su presa».

Sólo así saben el resultado de sus difamaciones; a menudo monitorizan las actividades de la víctima e intentan rastrear su dirección de IP en un intento de obtener más información sobre ésta o de que gente extraña se pueda adherir a su agresión. «El problema del acosador es que el obstáculo que les pone su víctima de no querer saber de ellos, aumenta su deseo. Cuánto más se quiere retirar ella, más se obsesiona él», resume el experto Iñaki Piñuel. «Incluso incurren en la falsa victimización y el acosador puede alegar que su presa le está acosando a él», matiza Sara Solano, directora del Gabinete Psicológico Ecubo. P. asiente al escucharlo: «Cuando se entera de que le he denunciado la primera vez, duplica sus esfuerzos: se hace pasar por mí en las redes (sociales), se pone en contacto con los diseñadores que me contrataban o con fotógrafos con los que he trabajado para decirles que soy adicta a las drogas, anoréxica o seropositiva, también que practico la zoofilia, que mantengo relaciones sexuales con mis propios padres… O me llama bajo falsas identidades para ofrecerme trabajos, hasta que me doy cuenta de que es él».

La omnipresencia y difusión instantánea de la Red provoca que el ciberacoso pueda llegar a ser tanto o más traumático que el físico: «Al levantarme, escribo mi nombre para ver qué se le ha ocurrido decir de mí: rastreo todos mis perfiles falsos para borrar todos los comentarios, sé que recibiré incesantemente llamadas o SMS, de amigos o de profesionales de mi medio, que terminan pensando que me he vuelto loca escribiéndoles salvajadas inimaginables, que por supuesto no he escrito. Provoca una vulnerabilidad total. Porque, a día de hoy, ni siquiera tengo una orden de alejamiento», explica P. Al ser una agresión no presencial, el ciberacosador no tiene contacto con la víctima, «no ve sus ojos, su dolor, con lo cual difícilmente podrá llegar a sentir empatía o tener compasión. Obtiene satisfacción en la elaboración del acto violento y al imaginar el daño ocasionado en el otro, ya que no puede vivirlo in situ», aclara la terapeuta Sara Solano. «El acosado –añade Piñuel– puede tener secuelas de por vida si no es tratado a tiempo».

Maltratar es sencillo

Para según qué tipo de acoso, no hay por qué tener ninguna pericia técnica. «Hoy día cualquiera sabe crear una cuenta de correo. Basta con que sepa tu número de teléfono para que pueda poner un anuncio en una red de contactos y saturarte el teléfono ofreciendo sexo gratis en tu nombre. A menudo tiene que ver más con una cuestión de ingenio. Otra cosa muy distinta sería querer robar datos de tu ordenador o móvil para luego publicar información privada o fotografías tuyas en cualquier página web. En ese caso sí que se necesita algo más. Por lo general un ciberacosador no tiene por qué tener ningún conocimiento técnico avanzado», explica Juan Carlos Jiménez, Ingeniero Informático y Experto en Tecnologías de la Información.

«El final de mi mundo conocido». Así denomina la propia P. el momento en que le interpone una segunda denuncia –en febrero de este año– por coacción, amenazas, suplantación de identidad y daños morales. Tras rellenar un extenso formulario en comisaría, pidió abogado de oficio, ayuda psicológica y una orden de alejamiento. Nunca tuvo noticia de ninguna de las tres cosas. Pasados los meses, y al ver que no se la llamaba para juicio, intenta informarse «y me dicen que si no voy con un abogado y un procurador no pueden informarme sobre el proceso».

Y añade: «Contraté ambas figuras legales y nos enteramos de que en lugar de como “parte” acudiré al juicio el mes próximo, sólo como víctima y testigo».

Es decir, no está personada en la causa «porque no es parte, por lo que tampoco puede tener acceso a las copias del escrito de acusación ni saber el dossier de investigación que ha recabado la Policía», resume su abogado, quien prefiere mantenerse en el anonimato, por preservar la identidad de su defendida. «Pero el Ministerio Fiscal se está portando de maravilla porque ha pasado de ser considerada una posible falta a un posible delito».

Desde el momento en que J. –operario en paro que vive con sus padres– ha recibido la citación judicial se ha ocupado de redoblar esfuerzos «torturadores» por todos los medios tecnológicos conocidos. «¿Acaso quiere su momento de gloria?… ¿Te torturo porque eres mía?», resume P.

Psicópatas que buscan el suicidio de su víctima

Rasgos propios de un trastorno narcisista de la personalidad y de un psicópata, según la suma de diversos autores. Hablamos de «un depredador moral» que plantea su relación con los demás como un juego mortal. Una partida de ajedrez en la que él mueve todas las piezas pero teniendo maniatado a su adversario.

«Acostumbran a acosar en serie, pero no en paralelo, lo que quiere decir que, por sus biografías, producirán esta conducta de forma permanente.. Primero una, luego otra, y otra –explica Iñaki Piñuel–, mientras, la víctima se siente indefensa o, en algunos casos, culpable, pero siempre sufre un aislamiento psíquico. No tienen por qué ser personas débiles psicológicamente, muy al contrario, puede ser que se enfrenten directamente a su acosador. Pero ellos siempre intentarán manipular el entorno para ponerlo de su parte».

Mientras el entorno tiende a trivializar la situación –«olvídalo», «no hagas caso»–, el individuo ejerce en un permanente gutta cavat lapidem su violencia sin huella. El fin no es destruir a su presa de forma rápida, sino someterla lentamente hasta dejarla paralizada y disfrutar del interín. Es como un crimen perfecto, porque la mayor parte de los casos no es el agresor quien mata, sino el agredido quien se quita la vida.

El suicidio es el mayor triunfo del acosador moral, lo sepa o no. «Pero conmigo no va a poder –sentencia P. con seguridad– ni me hará caer en la tentación de cometer un paso en falso como intentar comunicarme con él o infringirle yo algún tipo de daño o insulto».

La obsesión de J. y el imperativo de notoriedad frente a ella –y el mundo– obedecen a una patología social nueva. Pero, como resume la víctima a modo de despedida: «Colorín, colorado, confío en que cuando le impongan una orden de alejamiento y le caiga la condena que merece, diré que este cuento se ha acabado. Para poder por fin descansar de una vez».

El ciberacoso no está tipificado (como tal) en el Código penal

El uso de las tecnologías con el propósito de dañar a alguien de manera reiterada y deliberada tiene sus consecuencias legales. «El ciberacoso es un fenómeno moderno y, como tal, no está tipificado en el Código Penal. Aun así, la mayor parte de los delitos cometidos a través de las tecnologías de la información sí lo están. Por ejemplo, el artículo 143 del Código Penal castiga con pena de prisión de cuatro a ocho años al que induzca al suicidio de otro. No importa el mecanismo utilizado, o si se induce a éste en persona, verbalmente, por chat, por SMS. La agresión física representa sólo una pequeña parte del total de estas conductas. La justicia es siempre lenta y la creación de leyes y reglamentos aún más. No hay un tremendo vacío pero las cosas están muy lejos de ser perfectas», explica Juan Carlos Jiménez. «Lo que es casi seguro –explica Luis García Pascual, inspector jefe de brigada de investigación tecnológica– es que el ciberacosador puede pasar de la potencia al acto, es decir, de la agresión virtual, a la real».

«Sus muertes fueron como si fueran mías»

«Cuando se suicidó la chica de 15 años Amanda Todd, como esta semana al conocer la del joven holandés, lloré sus muertes como si llorara la mía propia», explica P. También se han producido otros recientes suicidios por ciberbullying y sextorsiones en los EE.UU. y Francia.

Fuente: La Razón. Adaptado por PantallasAmigas.

Las niñas preadolescentes son las principales víctimas del ciberbullying

Los niños de entre 12 y 13 años son los menores con mayor riesgo de sufrir el fenómeno conocido como acoso digital o ciberbullying, en el que las niñas son más propensas tanto a ser víctimas como agresoras, según el director de la organización nacional Pantallas Amigas, Jorge Flores Fernández. Flores ha explicado a la agencia EFE, con motivo de un curso que se imparte en Málaga bajo el título de «Violencia entre iguales (menores y jóvenes) a través de las Nuevas Tecnologías», que este tipo de acoso preocupa de «forma creciente y en edades más tempranas».
 
El acoso online puede darse, según el experto, entre personas de diferente edad, pero lo más común es que ocurra entre iguales y con «demasiada frecuencia» en los entornos escolares.
 
El teléfono móvil, Internet o incluso vídeojuegos en red pueden ser vehículo de estas agresiones, que para ser consideradas como tal deben ser intencionadas y reiterativas, ha indicado Flores, quien ha destacado la facilidad que permite la Red para llegar a cualquier persona como ventaja sobre el acoso tradicional.
 
«La caracterización del problema es muy difícil y cambia muy rápidamente», ha advertido el director de la iniciativa PantallasAmigas, quien ha recordado que un reciente estudio europeo cifra en un 7% el número de adolescentes españoles que sufren o han sufrido acoso.
 
Los síntomas más comunes que alertan a padres o profesores de que un menor está siendo acosado por la Red son transtornos del sueño y de la alimentación, aislamiento, irritabilidad y necesidad compulsiva de conectarse para ver qué está ocurriendo con su imagen online, ha señalado el experto.
 
En cuanto a las medidas que adoptar ante uno de estos casos, Jorge Flores aconseja que si se da en el entorno escolar, lo más adecuado es dejar intervenir al centro para que medie, ya que ve la vía judicial como una última posibilidad cuando se han agotado las demás o si existen amenazas graves.
 
El director de PantallasAmigas, entidad que editó en 2006 una de las primeras guías sobre acoso en la Red, ha manifestado que es importante compartir la «vida digital» de los menores para poderles ayudar en un momento dado y no mostrarse como «enemigos de la tecnología».
 
Fuente: El Faro Digital.